DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa María,

¿Sobre qué está construida tu vida? Es una pregunta fantástica en cual reflexionar. Otra forma de mirar esta montaña filosófica es preguntarnos, ¿qué es lo que más quieres? Por lo regular es la cosa en tu vida, en la que pasas más tiempo. El tiempo y lo que valoramos tienden a correlacionarse entre sí. Por ejemplo, el famoso jugador de baloncesto de la NBA, Kobe Bryant, era conocido por su ética de trabajo implacable. En una entrevista televisiva, explicó su enfoque:

Si tu trabajo es intentar ser el mejor jugador de baloncesto que puedas ser, tienes que practicar, tienes que entrenar. Tienes que querer entrenar tanto como puedas y tan seguido como puedas. Así que, si te levantas a las 10 de la mañana, entrena a las 12. Entrena 2 horas, de 12-2pm, tienes que dejar que tu cuerpo se recupere. Vuelves a salir, entrenas. Empiezas a entrenar a las 6 de la tarde, entrenas de 6 a 8 de la tarde y ahora te vas a casa, te duchas, cenas, te acuestas, te despiertas y lo vuelves a hacer de nuevo.

Esas son dos sesiones. Ahora imagina, que te despiertas a las 3am y entrenas a las 4am, vas de 4 a 6am., vuelves a casa, desayunas, te relajas. Ahora vuelves a hacerlo de nuevo, de 9 a 11am, te relajas y ahora, de repente, vuelves a hacerlo de nuevo, de 2pm a 4pm. Ahora vuelve a hacerlo, de 7 a 9pm. Mira cuánto más entrenamiento he hecho simplemente comenzando a las 4am. Así que ahora haces eso a medida que pasan los años en la separación que tienes con tus competidores y tus compañeros, simplemente crece más y más y más y más y más grande.

Kobe valoraba ganar un campeonato. Su vida reflejó eso. Debemos admirarlo por ello. Jesús en este evangelio dominical va al corazón de lo que tendemos a valorar en este mundo y lo aplasta en la cara. Nuestro Señor dice impactantemente: “Todo lo que ves aquí (refiriéndose a las “piedras costosas” que adornaban el Templo Sagrado de Jerusalén) – vendrán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada. (Cf. Lucas 21, 5) Luego predice lo que sucederá con aquellos de nosotros que decidimos valorar nuestra fe por encima de todo. Advierte: “Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros; Pero su perseverancia será su salvación (Lucas 21:5-19). seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. …” (Cf. Lc 21,16-18). edifican su vida sobre el amor de Cristo y la fidelidad a su Iglesia, ¿cómo podemos elegir otra cosa que no sea él?

Un Esclavo de Jesucristo,

Padre Brian J. Soliven

Previous
Previous

FROM THE PASTOR’S DESK

Next
Next

From the Pastor’s Desk