Desde el Escritorio del Párroco
Estimados Feligreses de Santa María:
En las últimas semanas, abrimos paso en el corazón de la “temporada sacramental”, cuando muchos de nuestros estudiantes de catecismo hicieron su Primera Confesión y recibieron la Eucaristía por primera vez. Varios otros estudiantes celebraron el Sacramento de la Confirmación el jueves 9 de junio. Además, seguimos celebrando un buen número de bautizos y bodas. Otra cosa que he notado es que el Padre Joseph y yo hemos tenido un flujo constante de Misas de funerales durante los últimos meses. En el pasado, parecía que los funerales llegaban en olas. Era posible tener tres o cuatro funerales durante un período de dos semanas, pero luego pasábamos un mes celebrando solo un par de funerales. Últimamente, parece que hemos estado celebrando dos o tres funerales a la semana. En cualquier caso, los Bautismos, las Confesiones, las Sagradas Comuniones, las Confirmaciones, las Bodas y los Funerales apuntan al hecho de que la Parroquia de Santa María está viva con la gracia de Dios.
Como siempre, cuando se trata de la vida de gracia, el papel de los padres es de suma importancia. Si los padres están comprometidos con su fe católica, asisten a Misa los domingos, aprenden sobre la fe ellos mismos, oran con sus hijos y hablan sobre la fe con sus hijos, los niños prosperan no solo espiritualmente, sino también en todas las demás áreas: socialmente, psicológica, emocional y físicamente. Al conmemorar el Día del Padre este fin de semana, me gustaría señalar la importancia del padre en la práctica de la fe de los niños. Los estudios han demostrado que en las familias donde el padre practica su fe católica, incluso si la madre no lo hace, los niños practican la fe católica en niveles relativamente altos. En cambio, si la madre practica la fe, pero el padre no, el nivel de práctica religiosa de los hijos es considerablemente más bajo, especialmente entre los varones. Sin duda, esto no significa que la madre no juegue un papel importante en la práctica de la fe de los niños. No, su papel es fundamental. Simplemente enfatiza la importancia de la práctica religiosa del padre en el desarrollo espiritual y religioso de los hijos. (cf. “La Importancia de los Padres” por el Obispo Donald J. Hying en la “Diocese of Madison Catholic Herald” 16 de junio de 2021)
Reflexionando sobre San José en su Carta Apostólica de 2020 titulada “Con Corazón de Padre”, el Papa Francisco escribió: “Los padres no nacen, sino que se hacen. Un hombre no se convierte en padre simplemente por traer un hijo al mundo, sino por asumir la responsabilidad de cuidar de ese hijo. Cada vez que un hombre acepta la responsabilidad de la vida de otro, de alguna manera se convierte en un padre para esa persona”. (Patris Corde, 7) Damos gracias a Dios por todos los padres y oramos para que vivan fiel e incansablemente la tarea que Dios les ha encomendado como líderes espirituales de sus familias. San José, ruega por nosotros. ¡Que tengan una bendecida semana!
En Jesús, María y José,
Padre Berg
