DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa María,

Recientemente, recibí por correo el "Circular del Proyecto Xavier". El Proyecto Xavier (PX, www.projectxavier.org) representa a un pequeño grupo de fieles católicos que están tratando de evangelizar, catequizar y enseñar en China. PX lleva el nombre de San Francisco Javier, un miembro original de la "Sociedad de Jesús", también conocida como los Jesuitas. Durante los últimos años de su relativamente breve vida, San Francisco Javier (1506-1552) sirvió como misionero en la India, Japón y China. El brazo derecho del santo se guarda y venera en un relicario en la Iglesia del Gesú en Roma. Fue con su brazo derecho que San Francisco Javier bautizó a unas 700,000 personas. En una carta a San Ignacio, la cual es la segunda lectura para el Oficio de Lecturas el 3 de diciembre, día de San Francisco Javier, el santo bautizador escribió: "Los cristianos nativos, privados de sacerdotes, lo único que saben es que son cristianos. No hay nadie que celebre para ellos la misa, nadie que les enseñe el Credo, el Padrenuestro, el Avemaría o los mandamientos de la ley de Dios. Por esto, desde que he llegado aquí, no me he dado momento de reposo..... Muchos, en estos lugares, no son cristianos, simplemente porque no hay quien los haga tales. Muchas veces me vienen ganas de recorrer las universidades de Europa, principalmente la de París, y de ponerme a gritar por doquiera, como quien ha perdido el juicio, para impulsar a los que poseen más ciencia que caridad, con estas palabras: «¡Ay, cuántas almas, por vuestra desidia, quedan excluidas del cielo y se precipitan en el infierno!»". (Oficina de Lecturas, 3 de diciembre)

Los misioneros laicos del Proyecto Xavier tienen el celo del mismo entusiasmo. Me entere de PX hace unos años cuando conocí a Shannon, quien tiene más de 20 años de experiencia evangelizando en China. Lamentablemente, debido a las actuales medidas represivas contra la educación religiosa en China, Shannon y los otros misioneros de PX no pueden trabajar físicamente en China en este momento. Aún así, hacen lo que pueden a través del Internet y se mantienen en contacto con los católicos chinos a quienes ayudaron a formar y que continúan difundiendo el Evangelio en China. En el boletín de PX (finalmente estoy llegando a la historia que quiero contar), Shannon describe una época del año en China llamada "Festival de Primavera, el Año Nuevo Chino". Durante el Festival de Primavera, es costumbre que los chinos hagan visitas especiales a familiares y amigos. En algunos casos, es la única época del año en que visitarían a un pariente o amigo en particular. Cada año, la amiga de Shannon, Mei, visitaba a una mujer que no veía en ninguna otra época del año. Cuando era pequeña, la madre de Mei la llevaba con ella a visitar a la mujer. Cuando era niña, Mei no se percataba por qué su madre la llevaba a visitar a la mujer. Más tarde, como adulta, Mei se enteró de que su madre la llevaba visitar a la mujer como un acto de gratitud. Fue solo de una manera indirecta que Mei aprendió la razón de las visitas anuales. La madre de Mei quería que su hija supiera la razón por la que estaba visitando a la mujer, pero no se atrevía a decírselo directamente. Entonces, le contó la razón a un vecino, en un cuarto de la casa al lado de una habitación en la que estaba Mei, sabiendo que Mei podría escuchar la conversación.

Como origen de la historia, por años, China ha aplicado la "Reglamento de un Solo Hijo", lo que significa que una familia puede tener un hijo solamente. Si se concibiera otro niño, la madre se vería obligada a abortar al niño. Cuando la madre de Mei la concibió, ella ya había tenido un hijo. Sabía que no podría quedarse con Mei. Pero fue a la clínica de aborto para cumplir con la ley. La enfermera que cuidaba a la madre embarazada en la clínica pudo sentir la indecisión de la madre a abortar. Cuando el médico vino a realizar el aborto, la enfermera le dijo al médico: "No creo que deba abortar hoy. Ella tiene un leve resfriado. Sería mejor esperar otro día". Sin verificar la evaluación de la enfermera, el médico salió de la habitación. La enfermera le dijo a la madre de Mei que se fuera y regresara en otro momento cuando se sintiera mejor. La madre de Mei nunca regresó a esa clínica.

Para mostrar su gratitud a la enfermera, anualmente durante el Año Nuevo Chino, la madre de Mei llevaba a Mei a ver a la enfermera para que pudiera ver a la niña cuya vida había ayudado a salvar. En su artículo, Shannon señala cómo no hay organizaciones pro-vida en China. Sin embargo, la madre de Mei y la enfermera, ninguna de las cuales es cristiana, tenían la intuición y la inclinación de que "esta era una persona que necesitaba ser protegida, no asesinada". Este es un ejemplo de muchos que han encontrado su camino alrededor del Reglamento de Un Solo Hijo en China a lo largo de los años. Mei eventualmente creció hasta la edad adulta y en la universidad conoció a un misionero cristiano. Mei se hizo cristiana y ahora es una hermana religiosa. Por favor, oren por el éxito del Proyecto Xavier y por la conversión de China. Que tengan una bendita semana.

En Cristo Jesús,

Padre Berg

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