DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa María,

El fin de semana pasado comenzamos el nuevo año de Catecismo con donas y galletas gratis. Siempre me sor-prende cómo las donas y el café traen alegría a nuestros corazones. Gracias al arduo trabajo de Martha (nuestra coordinadora de Educación Religiosa), sus asistentes, Ar-mida, y Hermana Laura, y el resto de los voluntarios. Te-nemos una comunidad increíble aquí en Santa Maria de feligreses desinteresados y trabajadores. Al mismo tiempo, también tuvimos una recaudación de fondos para la cele-bración de Nuestra Señora de Guadalupe el 12 de diciem-bre. Se vendió más de $ 2,500 en tacos. Nuestra Señora de Guadalupe es uno de nuestros mayores acontecimientos aquí en la parroquia. Recibiremos fácilmente a casi 5,000 personas en ese día. Su continua generosidad lo hace posi-ble; sin usted, nada de esto sucedería.

¿Por qué hacemos esto? ¿Es simplemente acogedor para los visitantes o para comer más calorías? Tan impor-tantes como son esas cosas (especialmente las donas), es-tas preguntas en realidad apuntan a una reflexión más pro-funda de por qué existimos como familia parroquial. Ima-ginemos un escenario. Alguien se te acerca, sabiendo que vas a Misa todos los domingos, y te preguntan: "¿Por qué existe Santa María? ¿Cuál es la misión de su iglesia?" ¿Qué decimos? Tener la respuesta correcta a esta pregunta proporciona una claridad de visión para la vida cristiana de uno. Si pudiéramos preguntarle al mismo San Pablo, cuya carta a la iglesia en Filipos que escuchamos en nuestra se-gunda lectura de hoy, esta misma pregunta, ¿cómo respon-dería? "Para mí, la vida es Cristo, y la muerte una ga-nancia... el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor". (Cf. Filipenses 1:20-26).

¡Miren la simple belleza de su respuesta! Para San Pablo, el propósito de vida es Jesucristo. Nada más y nada menos. Todo en su vida está construido alrededor de vivir para Cristo, crecer en Cristo, y sí, a veces, incluso morir por Cristo. Ahora volvamos a la pregunta original que co-menzo esta pequeña reflexión: ¿Cuál es el propósito de Santa María? Es Jesucristo. Todo lo que hacemos como familia parroquial es adorarlo "con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". (Cf. Mateo 22:37). Es por eso que tenemos clases de Formación en la Fe. Por eso celebramos a Nuestra Señora de Guadalupe. Por eso vivi-mos. Si algo hacemos como parroquia que no apunta a Je-sucristo, lo eliminamos. Jesucristo es el único propósito de nuestra existencia.

Un Esclavo de Jesucristo,

Padre Brian J. Soliven

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