DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa María,

La Epifanía es una fiesta importante en el calendario cristiano, marcando la revelación de Jesucristo a los gentiles, representada por la visita de los Reyes Magos al niño Jesús. La palabra "epifanía" significa manifestación o revelación, y significa el momento en que la divinidad de Jesús es reconocida y revelada más allá de los confines del judaísmo. La inclusión de los Magos de Oriente demuestra el plan universal de Dios de la salvación. Esta celebración enfatiza que el nacimiento de Jesús no se limita a un grupo o cultura específica, sino que está destinado a toda la humanidad. Nos desafía el aceptar la dignidad y el valor de cada persona como parte del plan de Dios, que desea “que todos los hombres se salven” (Cf. 1 Timoteo 2,3-4).

El viaje de los Reyes Magos representa una búsqueda de significado y verdad que está en el corazón, de estar vivo. Todos, de una forma u otra, buscamos un propósito mayor en la vida. Los Reyes Magos que vinieron a visitar al niño Jesús encarnan este deseo, ya que vinieron en busca del niño Jesús. La belleza del cristianismo es que ya no tenemos que andar a tientas desesperadamente en la oscuridad, solos en el atolladero de confusión que reina a nuestro alrededor. “La luz vino al mundo”, como escuchamos en la lectura del Evangelio la mañana de Navidad. Esta misma luz, representada por la estrella en el cielo que los Re-yes Magos siguieron entusiasmadamente hasta Belén. Fue aquí donde encontraron al Dios vivo.

Como todos sabemos y vemos a nuestro alrededor, si tenemos ojos para ver, proclamar a Jesucristo es un gran desafío en nuestra cultura actual, que según los estudios se vuelve cada vez más pagana con cada año que pasa. Algunos sectores de la sociedad se están volviendo abiertamente hostiles a la enseñanza cristiana tradicional. Difundir las Buenas Nuevas de Jesucristo requiere valor para resistir la tormenta. Jesús lo sabe. En el evangelio de Lucas, nuestro Señor llevo a Pedro aparte y le habla desde el corazón. Sabe que está a punto de enviar a Pedro al mundo en una misión imposible: “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia; pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.” (Cf. Lucas 22:31-32).

No debemos tener miedo. Al igual que los Reyes Magos, tenemos la luz que nos guía. La estrella que guio a los Reyes Magos simboliza la orientación y la sabiduría divina. Es un recordatorio de que, en nuestras vidas, Jesús brinda dirección y sabiduría si permanecemos abiertos y atentos. Reflexionar sobre la Epifanía nos anima a buscar la guía de Cristo para afrontar las complejidades de la vida. Los Reyes Magos regresaron a casa transformados por su encuentro con Jesús. De manera similar, la Epifanía nos desafía a llevar la luz de Cristo al mundo, compartiendo las Buenas Nuevas y encarnando el amor y la compasión de Cristo en nuestras interacciones con los demás. En definitiva, la celebración de la Epifanía invita a una pro-funda introspección sobre nuestra relación con Jesucristo. Exige reconocer la presencia de Cristo en nuestras vidas, entregarnos a su voluntad y ser portadores de su luz y amor en un mundo que busca verdad y significado.

Un Esclavo de Jesucristo,

Padre Brian J. Soliven

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