DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa María,

¿Alguna vez has querido leer la Biblia, pero no sa-

bías por dónde empezar? La Biblia puede ser intimidante para muchos. Está llena de extraños lugares alienígenas y nombres raros que puede ser difícil comprender lo que está leyendo. Es similar a entrar en un cine lleno de gente en medio de una película: no conoces la trama, los personajes principales o el drama que se desarrolla en la pantalla. De la misma manera, leer la Biblia a ti mismo puede ser con- fuso. Esta Cuaresma tendremos la oportunidad de profun- dizar en la Biblia. Quiero invitarlos a todos al Estudio Bí- blico de Cuaresma de la Parroquia de Santa María. Lo ten- dremos en español como en inglés. A partir de la víspera del Miércoles de Ceniza, nos reuniremos una noche a la semana, durante el tiempo de Cuaresma. Nos centraremos en los acontecimientos bíblicos que encontramos en la an- tigua y conocida oración del Santo Rosario.

¿Por qué el rosario? Desde la Edad Media, el ro- sario ha sido una poderosa arma espiritual durante los pe- ríodos difíciles de la historia de la Iglesia. En 1208, Santo Domingo, un sacerdote español, trabajando en Francia, estaba luchando contra un grupo herético conocido como los albigenses (el nombre proviene de la pequeña ciudad de Albi en el sur de Francia, donde este grupo estaba flore- ciendo). Este grupo herético estaba alejando a muchos ca- tólicos con sus confusas enseñanzas. Enseñaban que todo lo físico es malo y que sólo lo espiritual es bueno. Por lo tanto, nuestro cuerpo es malo y si realmente queremos ser buenos cristianos, debemos rechazar todas las cosas de la carne. El Padre. Domingo rezó para recibir orientación so- bre cómo combatir a este grupo, que amenazaba con divi- dir a la Iglesia. Se dio el rosario. Esta oración enfoca la mente para meditar en la vida terrenal de Jesucristo, con- tradiciendo directamente las enseñanzas de los albigenses.

Luego, en 1571, surgió una nueva amenaza. Los turcos otomanos islámicos, que conquistaron gran parte de la cristiandad oriental, comenzaron a amenazar a Europa occidental. Una alianza de naciones católicas se interponía entre ellos y nosotros. Los dos ejércitos se enfrentaron en la mañana del 7 de octubre. El Papa Pío V, dándose cuenta de que la civilización occidental se enfrentaba a una ame- naza existencial, pidió a todos los fieles católicos que reza- ran el Santo Rosario por la victoria. Contra todo pronóstico, nuestros soldados derrotaron a los turcos, que era el imperio más grande del siglo XVI. Con- memoramos este triunfo en la Iglesia cada 7 de octubre; se llama la Fiesta de Nuestra Señora del Santo Rosario.

Como parroquia que lleva el nombre de la Santísi- ma Virgen, ahora recurrimos a esta misma oración que nuestros antepasados usaban durante su propio tiempo. Nos enfrentamos a mucha confusión en el mundo de hoy. Nos enfrentamos a desafíos que amenazan con destrozar nuestro mundo. En medio de estas tormentas implacables, recurri- mos al Santo Rosario en esta Cuaresma. Ven al Estudio Bíblico de la parroquia, donde aprenderemos las raíces bí- blicas de esta poderosa arma espiritual de los santos.

Un Esclavo de Jesucristo,

Padre Brian J. Soliven

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