DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa Maaria:

El del domingo pasado relató la visita de Nuestro Señor a los discípulos en el Cenáculo después de Su resurrección según San Juan. Como ya saben, Nuestro Señor se apareció a los discípulos al menos dos veces en el Cenáculo. (cf. Jn 20,19-31) La primera vez, en la noche del mismo día que resucito de entre los muertos, Santo Tomás no estaba entre los discípulos. Cuando le dijeron que Jesús había resucitado de entre los muertos, Tomás no lo creyó al principio. A partir de entonces, ha sufrido la ignominia de ser etiquetado como " Tomás incrédulo". Tomás dijo a sus hermanos apóstoles: " Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. ". (Jn 20:25b) Cuando Jesús apareció por segunda vez en el Cenáculo, ocho días después, invitó a Tomás a tocar sus heridas. En esta segunda ocasión, Tomás estaba convencido de que Nuestro Señor había resucitado de entre los muertos y mos-tró su creencia exclamando y proclamando: "¡Mi Señor y mi Dios!".

Como lo hago a menudo, elijo una imagen sagrada para la portada del boletín que corresponde a una de las lec-turas dominicales, generalmente al Evangelio. Para el bole-tín del domingo pasado, elegí la pintura de Bernardo Stroz-zi titulado "Tomas Incrédulo". La pintura muestra a Jesús mostrando a Tomás Sus heridas. Para que Nuestro Señor pudiera mostrar la herida en Su costado, necesitaba descu-brir la parte superior del cuerpo. En la pintura, se puede ver la parte frontal del torso superior de Nuestro Señor. Para nuestras Misas transmitidas en vivo en nuestro canal de YouTube "St Mary's Vacaville", Yenni Cadenas, nuestra coordinadora principal de transmisión en vivo, por lo gene-ral utiliza la misma imagen del boletín para el “boceto” de la grabación en vivo. El "boceto" es la imagen que inicial-mente se ve en la pantalla al ingresar al canal de YouTube Santa Maria para la Misa de ese fin de semana. Desafortu-nadamente, YouTube eliminó el boceto, durante un rato. Aparentemente, YouTube tiene una política de bloqueo de imágenes que se consideran inapropiadas. Mientras, me alegro de que YouTube bloquee imágenes obscenas, vio-lentas o gráficas, se me hace irónico que una imagen del pecho desnudo de Nuestro Señor fuera bloqueada de nues-tro canal de YouTube.

Como Cristianos Católicos, sabemos y entendemos que el Hijo vino al mundo como un niño “como Dios los trajo al mundo", al igual que todos nosotros. Y, sí, Jesús fue col-gado en una cruz, sin estar cubierto en absoluto o cubierto muy poco. No rehuimos representar el "corpus" o el Cuerpo de Nuestro Señor en la cruz. Ver su cuerpo maltratado nos recuerda que no todo es como debe ser. Nos recuerda que tuvimos parte en ponerlo en la cruz. Nos recuerda el profundo amor de Dios por nosotros. Jesús amaba mucho su Cuerpo. Después de todo, fue engendra-do por el Padre, por medio del poder del Espíritu Santo y formado en el vientre de Su bendita Madre. Con Sus ma-nos, pies, ojos, boca, oídos, mente, corazón y todo ser, Je-sús llevó a cabo Su misión de revelar a Su Padre a noso-tros y de morir en la Cruz por nosotros. Por todas estas razones, damos gracias a Dios por el Cuerpo de Su Hijo y por la Sangre que derramó por nuestra salvación.

De tal manera, el respeto y el honor que tenemos por el Cuerpo de Cristo nos lleva a respetar y honrar aún más al cuerpo humano. Entendemos que ultimadamente nuestros cuerpos no nos pertenecen. Pertenecen a Dios. Dios nos da cuerpos para Su mayor honor y gloria. Dios nos dio cuerpos para que pudiéramos usar nuestras manos, pies, brazos, mentes y cada parte de nuestro cuerpo para ser instrumentos de Su Hijo en el mundo. Como dones de Dios, entendemos que no podemos hacer lo que nos dé la gana con nuestros cuerpos. Defendemos y protegemos los cuerpos de los más pequeños entre nosotros en los vientres de sus madres y cuidamos los cuerpos de los más ancianos entre nosotros, y de los cuerpos de todas las edades, en cualquier forma. Junto con un profundo respeto por el Cuerpo de Jesús y nuestro propio cuerpo, entendemos y apreciamos que necesitamos un espíritu y alma fuerte para nutrir nuestro cuerpo. Así como una planta necesita agua para crecer, nosotros necesitamos de la gracia de Dios para crecer bien. Quiero pensar que cuando Santo Tomás ex-clamó "¡Mi Señor y mi Dios!" todas estas verdades se unieron para él.

¡Una muy bendita temporada de Pascua para todos!

En el Señor Resucitado,

Padre Blaise R. Berg

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