DESDE EL ESCRITORIO DEL PÁRROCO

Estimados Feligreses de Santa Maria:

¡Qué maravillosa convivencia tuvimos el sábado pasado! Creo que cualquiera que haya podido asistir a la reunión estará de acuerdo en que fue muy divertido. Nues-tro Grupo juvenil de Santa María se le ocurrió usar la temá-tica de los años 50 para la noche. El Club de Autos Clási-cos de Solano tuvo una docena de autos de los años 50 y otras décadas para nosotros poderlos ver con gran detalle y examinarlos con atención. Disfruté especialmente del Pe-terbilt del año 1966 con cabina extendida, exhibido por un miembro de la Sociedad Histórica de Camiones America-nos. Nos deleitamos con música en vivo con la banda Es-cuela de Rock (School of Rock). Las canciones no eran del todo de los años 50, pero los miembros de la banda com-puesta por jóvenes de edad de escuela secundaria tocaron y cantaron con mucha energía y talento. Las hamburguesas y los perros calientes fueron preparados por nuestros herma-nos de los Caballeros de Colon del Concilio 4901. Los jue-gos de carnaval fueron facilitados por los miembros del grupo juvenil.

Como siempre, damos gracias a Dios cuando tene-mos la oportunidad de unirnos como parroquia y disfrutar de la compañía de uno del otro, de buena comida y algo de diversión. Además de dar las gracias a nuestro Creador y Redentor, quiero dar las gracias a nuestra Coordinadora del Grupo Juvenil, Andreya Arévalo, a los miembros del Grupo Juvenil de Santa María y a sus padres, al equipo principal, a Álvaro Arévalo, esposo de Andreya quien siempre es tan servicial, y al Consejo 4901 de Caballeros de Colón. ¡Gracias a todos ustedes que donaron artículos para la rifa y deliciosos postres! Gracias a todos ustedes que asistieron y participaron esa noche. Después de lo difícil del último año por la pandemia y las restricciones y el distanciamiento que ha sido parte de todo esto, creo que todos disfrutamos de estar en compañía mutua y convivir uno con otro. Y, por supuesto, al apoyar el evento, estamos apoyando a nuestro grupo juvenil. Si Dios quiere, tendremos otro con-vivio parroquial en un futuro no muy lejano.

A medida que seguimos avanzando durante esta temporada de Pascua y primavera, también estamos plena-mente en la temporada de "Sacramentos". El sábado pasa-do, nuestros alumnos de segundo grado de la Escuela de Notre Dame recibieron la Eucaristía por primera vez, al ha-cer su Primera Comunión. Este sábado, el Obispo Jaime Soto le dio a los estudiantes de séptimo grado de Notre Da-me el Sacramento de la Confirmación. Los estudiantes de nuestro programa de Educación Religiosa también se están

preparando para la Confirmación y la Primera Comunión. Durante la mayor parte del año académico, los padres han estado catequizando a sus hijos en casa. Nuestros cate-quistas se reúnen regularmente con nuestros padres y Martha Batres-Martin, la directora, organizó reuniones mensuales con los padres para su formación. A principios de cada mes, la Hermana Eileen, la Hermana Adriana, el Padre Steven, yo y otras catequistas dieron presentaciones sobre el material que los padres enseñarían a sus hijos du-rante ese mes. En las reuniones mensuales, los padres tu-vieron la oportunidad de dividirse en grupos pequeños con catequistas y hablar sobre las mejores prácticas de ense-ñanza. Ahora estamos en "modo de aula" para lo que resta antes de la Primera Comunión y Confirmación, ya que los estudiantes de Confirmación y Primera Comunión se reú-nen una vez a la semana en persona durante seis semanas para la catequesis en nuestro salón parroquial. Por favor, continúe orando por nuestros jóvenes feligreses quienes harán su Primera Comunión el fin de semana del 5 y 6 de junio y por nuestros estudiantes de Confirmación quienes serán confirmados a finales de agosto. ¡Y, por favor, oren también por sus padres quienes trabajan arduamente para transmitir la fe a sus hijos!

Por último, en el Día de las Madres, queremos dar gra-cias a Dios por todas nuestras madres: las que aún viven y las que han pasado a su recompensa eterna. No estuviéra-mos aquí sin nuestras madres. Aprovechamos esta ocasión para orar por todas las madres y especialmente para alabar y honrar a nuestra Santísima Madre. Bajo el manto de Santa María, que todas las madres encuentren protección, guía y consuelo. ¡Santa María, orad por nosotros!

En el Señor Resucitado,

Padre Berg

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